Desde los años 90 a la actualidad, la trashumancia en España se ha reducido en un 80%. La situación crítica de la lana, la falta de reconocimiento social en el sector ganadero o la escasa incorporación de nuevas generaciones en el pastoreo son algunas de las causas de su gran deterioro, a pesar de la gran cantidad de beneficios que conlleva su práctica. 

La lana es mucho más que un material de calidad. Es un recurso 100% natural, renovable y biodegradable, cualidades que la posicionan como una opción mucho más sostenible frente a las fibras sintéticas que dominan el mercado actual. Esta fibra única regula la temperatura, es hipoalergénica, resistente al fuego, absorbe la humedad y, al mismo tiempo, es duradera y adaptable, capaz de mantener su calidad durante décadas.  

Somos la cuarta generación de artesanos de la lana y somos descendientes de antiguos pelaires (oficio de seleccionado y preparado de la lana para poder tejerla) y de tejedores. Nuestro proyecto familiar es el único a nivel nacional y de los pocos a nivel mundial que aún mantiene vivos todos los oficios de la lana en la misma localidad.

Durante mas de 100 años, nuestra familia ha llevado a cabo los oficios de seleccionar, lavar, cardar, hilar y tejer la lana en telares artesanales de madera.

Trabajamos directamente con productores nacionales y contamos con todo el procesamiento lanar, desde la oveja hasta el hilado, bajo el mismo techo. En Mota del Cuervo, preservamos estos oficios y promovemos la trazabilidad de la lana, con el objetivo de lograr una sostenibilidad social, medioambiental y económica.

El vínculo de España con la lana se remonta a la antigüedad, cuando la cría de ovejas y la producción de lana se convirtieron en actividades económicas clave. Especialmente durante los siglos XII y XIII, el comercio de lana se convirtió en una importante fuente de riqueza para España. La lana española, conocida por su alta calidad y variedad de colores, era demandada en toda Europa. Se consideraba el Oro Blanco español.